Nutrientes para conservar las relaciones.
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Gratitud: De nada sirve si no se expresa de manera permanente y de manera clara
a quienes se lo merecen. Guardarla en el corazón es como encerrar un diamante
en una caja fuerte. No esperar la oportunidad, cada momento es una oportunidad
disponible.
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Aceptación: Uno de los grandes secretos de las personas que poseen magníficas
relaciones es que no intentan cambiar a los demás. Los aceptan y los valoran
tal como son. Lo que nos une siempre es mayor que lo que nos separa.
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Calidez: En la forma de expresarse y escuchar. Los abrazos, los besos y las
miradas cariñosas fortalecen nuestras relaciones haciéndolas más gratas.
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Generosidad: Se demuestra diciendo lo bueno que pensamos de los demás;
alegrándonos de sus éxitos; y compartiendo lo que tenemos y lo que sabemos.
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Perdón: El mejor regalo para nosotros mismos y para nuestras relaciones. Pensemos
en las dificultades que habríamos enfrentado si el perdón no hubiera llegado en
esos momentos justos. Cuánto hemos perdido en la vida por mantener y alimentar resentimientos
por no perdonar.
- Humor:
El regalo más oportuno. Nos recuerda que a veces nos tomamos muy en serio.
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Pasión: Es el fuego, la intensidad, el entregarse a vivir y valorar como un
tesoro cada instante de las relaciones, aun si éstas no son más que
interacciones cotidianas pasajeras. Es la decisión de vivir cada encuentro, teniendo
en cuenta lo único que es.
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Presencia: Ya sea física o emocional es imprescindible para alcanzar los
objetivos en todos los ámbitos. En las relaciones es importante lograr una
mezcla de presencia y pasión para crear lazos sólidos y profundos.
Cada
instante es una buena oportunidad para crear ese momento especial para
compartir estos regalos, que con seguridad te traerán más felicidad a ti y a
los tuyos.
Cordialmente,
Millón Durango
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