EL PODER DEL AMOR
La clave para toda buena relación
es el amor y ello contribuirá a que seamos más felices. Felices con lo que
tenemos y amamos, no con lo que deseamos. El amor nos lleva a ceder a las
preferencias de los demás y a complacerlos en cierta medida. El trato con amor
hacia los demás significa hacerles el bien, y en amor fraternal hemos de llevar
la delantera, es un amor intenso y único. Si en algún momento decimos que amamos a Dios,
lo hacemos si amamos al prójimo y esto lo demostramos al perdonar y mostrar
profundo respeto por el otro.
Amar conlleva a unidad, ahora
bien es de Dios amar, es del diablo el desamor, ¿por cuál nos inclinamos?
He escuchado que Dios es la personificación
del amor, por tanto Él es amor, si no fuera así el sería un Dios cruel que hace
ratos ya habría acabado con esta humanidad mal agradecida. Él tiene la
capacidad de hacernos felices. Cuando nos hacemos seguidores de hombres, nos
hacemos seguidores del dolor, pues el sufrimiento será inevitable ya que el corazón
del hombre es más traicionero que cualquier otra cosa, esto es una verdad
cruel.
La Vía Láctea, con sus cien
millones de estrellas contiene una muy especial, nuestro sol, que ilumina el único
planeta habitable, el nuestro, la tierra, donde encontramos todas las
condiciones ideales para abrirnos al amor.
Por consiguiente, hoy es el día
perfecto para sentir el amor, la vida. Para amar a otro primero tenemos que
amarnos y amar a Dios, esto nos lleva hacer en amor uno con Dios, porque en esencia
somos amor.
Cuando permitimos que el amor
brote desde nuestro corazón e inunde nuestro ser, limpiara nuestras emociones.
Si estamos listos a recibir el
verdadero amor, nuestras relaciones serán armoniosas y veremos armonía a
nuestro alrededor, no se trata de un optimismo superficial, en todo lo que
vemos ya hay un orden establecido.
“Cuanto más me amo, más amor
siento por los demás, Cuanto más amor doy, más amor tengo para dar.”
Por lo tanto, habrá iluminación,
crecimiento y cambio, no habrá obstáculo en nuestro interior para perdonar y
amar; le daremos el valor a cada cosa que representa la vida.
Hoy estoy decidido a entregarme
al amor con todo mi ser, sin temores, SIN OBSTÁCULOS QUE NOS SEPAREN DEL AMOR
DE DIOS.
El amor de Dios es la vibración más
fuerte del universo, mi vibración se conecta con él, por consiguiente, el
perfecto amor viene hoy a mí.
Con el alma invocarlo.
Millón Durango.
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